Una empresa puede mejorar su estrategia competitiva gracias a diversas directrices y decisiones que contribuyan a lograr posiciones superiores, en comparación con otras organizaciones, es decir, crear ventajas competitivas con un liderazgo en costes, diferenciación de producto y segmentación de mercado; las metodologías más populares de Michael Porter.
Al poner en práctica una estrategia competitiva en tu empresa podrás evaluar, contestar y aprovechar los desafíos y oportunidades que ofrece tu mercado ideal, las ventajas de desarrollar un determinado proyecto y crear valor para tus clientes.
Una organización lo tendrá muy difícil si no desarrolla una estrategia de este tipo, hay multitud de alternativas para los consumidores y es esencial superar a la competencia de una manera sostenida, genérica y concreta. En el siguiente post veremos qué es la estrategia competitiva y cómo la usamos a nuestro favor.
¿Qué es la estrategia competitiva?
Uno de los objetivos principales de la estrategia competitiva en una empresa es sortear las amenazas y riesgos existentes en el competitivo mundo empresarial. Es saber crear una ventaja competitiva que esté orientada a largo plazo para poder explotar las fortalezas, aprovechar las oportunidades y desarrollar nuevas capacidades que sienten las bases de un buen posicionamiento en el mercado.
Con las estrategias adecuadas, la atracción y retención de clientes ya no será ningún problema. Con su aplicación, se refuerzan las características internas de la empresa, se crea valor añadido, un elemento casi indispensable para alcanzar el éxito empresarial.
Tipos de estrategias competitivas
La tipología que planteó el investigador Michael Porter aún continúa vigente. Sus teorías económicas y empresariales siguen siendo usadas actualmente por muchas organizaciones en el mundo entero, y gracias a ellas, han alcanzado posicionarse y aventajar a sus competidores. Conozcamos cuáles son y en qué consisten:
Liderazgo en costes
Esta estrategia competitiva busca tener unos costes de los productos o servicios que ofrece por debajo de sus competidores. Una empresa u organización que lidera los costes tendrá mayores márgenes de rentabilidad obligará a la competencia a bajar el precio e incluso a salir del mercado.
Entre las características de esta estrategia está la que busca la máxima optimización de los recursos y procesos que lleva a cabo la empresa. El departamento encargado de los costes realizará un estricto control para evitar cualquier obstáculo que impida alcanzar su objetivo.
Además, elabora un rediseño de sus productos para que se faciliten las etapas de fabricación como la robotización y la automatización. Esto está relacionado con el desarrollo e innovación de procesos tecnológicos para mejorar los niveles de productividad.
Ejemplos de empresas que han empleado este tipo de estrategia competitiva son McDonald ‘s, Ikea o Primark, entre otras.
Diferenciación de producto
Para lograr la diferenciación de producto, este debe tener una característica de valor única que sea percibida inmediatamente por el cliente, para que se consiga una ventaja competitiva y esté dispuesto a pagar más por el servicio/producto.
Una empresa alcanzará la diferenciación de producto si mejora en diversos aspectos de forma innovadora, en especial en el diseño, en la calidad y en el servicio a sus clientes. Es decir, cumplir con las tres condiciones que nombramos a continuación:
- Debe ser percibida claramente por los clientes.
- No ha de costar demasiado, debe ser económicamente viable.
- No puede ser esporádica, al contrario, debe mantenerse a medio y/o largo plazo.
Ejemplos de empresas que han empleado este tipo de estrategia competitiva son las prestigiosas Apple y Tesla, además de marcas reconocidas como Ferrari y Rólex, o la cadena de hoteles Ritz-Carlton.
Segmentación de mercado
Esta estrategia se centra en un segmento de mercado en específico, se focaliza al máximo, y compite en él, utilizando ya sea el liderazgo en costes o la diferenciación de producto. Para lograrlo, realiza un análisis de todas las áreas que componen el mercado. En estos estudios algunas veces resaltan nichos que han sido desatendidos por la competencia o son desconocidos.
Un ejemplo de empresa que ha empleado este tipo de estrategia competitiva es el grupo textil Inditex, que incluye marcas tan reconocidas como Zara, Kiddy’s o Pull and Bear, entre otras.
Las estrategias híbridas son ineficientes
Michael Porter y sus estrategias competitivas siguen siendo muy respetadas a día de hoy. El gran economista señalaba que las empresas u organizaciones deben elegir entre una de las dos primeras tácticas empresariales: liderazgo en costes o diferenciación de producto. No tendrá buenos resultados para el negocio emplear las dos a la vez, porque el objetivo no logra alcanzarse y es ineficiente si se opta por ambas, haciendo que la empresa tenga menos opciones de supervivencia.
Estrategias competitivas que se pueden aplicar en una empresa
Veamos algunas estrategias competitivas que puedes aplicar en tu empresa:
- Proporcionar más valor para tus clientes habituales y potenciales, esto marca la diferencia en el momento en que una persona elija una marca o la otra.
- Construir relaciones cercanas con tus clientes y convertirlos en tu principal ventaja competitiva, ellos se encargarán de difundirlo a gusto que se encuentran con tu producto o servicio.
- Tener una excelencia operativa, ser superiores tanto en el precio, la calidad y el servicio proporcionado, es decir, ofrecer productos de confianza.
- Crear diferentes modelos de pago para aquellos productos o servicios que reciben mayor demanda y popularidad. A su vez, crear diferentes paquetes y promociones que proporcionen una ventaja competitiva a la empresa, ya que abre un abanico de opciones para vender otros productos.
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